El concepto de biomasa se refiere a la materia orgánica proveniente de plantas, árboles y desechos de animales que pueden convertirse en energía.
También materias provenientes de la agricultura (desechos del maíz, café, arroz), aserraderos (aserrín, cortezas, ramas) y de los residuos urbanos (aguas negras, basura).
La energía que se obtiene de todos estos residuos se puede emplear para la obtención de energía térmica o eléctrica, siendo el perfecto sustituto para combustibles no renovables como el carbón, gas o petróleo.
Las plantas de biomasa se encargan del proceso de transformación de estos desechos orgánicos en energía a través de una combustión generada en una caldera.
Al generar vapor de agua, se expande en una turbina que acciona un generador eléctrico, produciéndose así la energía que se desea en el proceso.
La regulación de la temperatura que se genera en la caldera de la planta de biomasa es fundamental para controlar la combustión en la caldera, optimizando el gasto de energía consumido, así como para proteger la estructura de la misma.
El sistema ProTIR integra una cámara de visión termográfica de alta resolución que monitoriza la medición de la temperatura en el interior de la caldera, obteniendo una visión en tiempo real del proceso, identificación de daños y mejora de la eficiencia y operación.